Adultos

Siendo adultos la manera que tenemos de comunicar lo que nos pasa es mediante el lenguaje y es por eso que en la psicoterapia se da prioridad a la palabra para poder ayudar a quien consulta.

La psicoterapia consiste en trabajar sobre los pensamientos y las emociones de cada uno con el objetivo de poder impulsar un cambio.

Un cambio que podrá ser de lugar, de intensidad de sufrimiento, de relación con uno mismo, de relación con los demás y/o de la manera de vivir el trabajo. En síntesis, se trata de un nuevo modo de pararse en el mundo.

El proceso comienza con una evaluación de los síntomas y los conflictos de cada uno, mediante entrevistas personales. Este proceso es variable según cada paciente, pero podrá durar de dos a cuatro encuentros con el psicoterapeuta. Posteriormente se realizan una o dos sesiones de devolución donde se propone una línea de intervención y tratamiento adaptada a las necesidades de cada persona.

Entre otras, las áreas de intervención comprenden: obsesiones, adicciones, estados de ánimo, miedos, fobias, ansiedad, problemas de alimentación, crisis de identidad, psicosis, psicosomática, trastornos de personalidad.