Parejas

Es relevante diferenciar entre conflictos y crisis de pareja.

Los primeros son necesarios para que la relación entre dos personas crezca y evolucione encontrando soluciones a los mismos. Por otro lado, las crisis son formas donde algo de esos conflictos han quedado sin resolver o anudados, interpelando e invitando a la pareja a hacer algún movimiento para construir la solución adecuada.

Tanto los conflictos como las crisis de pareja son oportunidades para cambiar algo de la relación y reconfigurar algo de la situación familiar.

Suelen aparecer a través de falta de comunicación, indiferencia o rechazo, falta de deseo, así como agresividad, hostilidad manifiesta e infidelidades. Muchas veces están relacionados con cambios vitales importantes, como puede ser el nacimiento de un hijo, la muerte de un ser querido, el estrés profesional, la adolescencia de un hijo, la independencia de otro, así como también el ir volviéndose mayor. Existen tantas formas de crisis como de parejas. No hay una igual a otra, por lo cual lo que se busca es construir un nuevo equilibrio entre ambas miembros de la misma.

En primer objetivo de la terapia consiste en entender qué ha ocurrido y está ocurriendo en la pareja. La mayoría acuden con una herida importante que hay que tener en cuenta, herida que frecuentemente la la pareja trató infructuosamente de solucionar durante cierto tiempo.

Es probable que resulte difícil tomar la decisión de acudir a terapia, pero es crucial dar ese paso para poder evolucionar y responsabilizarse tanto de los aspectos positivos como de los que pueden haber dañado y estar hiriendo la vida en pareja.