Desde que era niño me recuerdo interesado en la historia, los personajes, las fechas, los datos y esos asuntos. Con mucha simpatía me acuerdo del comentario de un profesor de historia cuando estaba en los primeros años del liceo, quien ante una pregunta que formuló (la fecha de la independencia de un país) y nadie en la clase supo responder, afirmó: «Agustín seguramente sepa esa fecha». No tengo dudas que ese como otros hechos van significando mojones a partir de los cuales las personas (los sujetos) nos vamos construyendo.
Alvin Toffler y su libro «La tercera ola», de fines de los años ’70, fue uno de esos libros que había en la casa de mis padres y que ojeé, leí y releí varias veces. En buen romance, Toffler decía que estábamos ingresando en la tercera ola de transformaciones globales. Un resumen o síntesis de esos cambios puede apreciarse en la siguiente imagen:

ERA AGRÍCOLA. La primera ola de transformaciones ocurrió hace unos 10.000 años cuando el hombre dejó de ser nómada para volverse sedentario al instalarse en aldeas, germen de las futuras ciudades. Era el nacimiento de la edad agrícola. Vivir asentados en un lugar, habitualmente al lado de ríos y tierras fértiles, permitió el nacimiento de la agricultura y ganadería. Hubo que organizarse y así surgieron las primeras formas de gobierno, de producción y de defensa (los ejércitos). Los clanes familiares eran el sello distintivo.
ERA INDUSTRIAL. La segunda ola de transformaciones sucedió en el siglo XVIII, hace unos 300 años, cuando se inició la revolución industrial, produciéndose las migraciones masivas del campo a las ciudades para trabajar en las fábricas. El ocaso de las monarquías (revolución francesa), Marx, el proletariado, entre muchos otros hechos, son hijos de esta era. Es la era de la linealidad: estudio, trabajo y jubilación.
ERA DEL CONOCIMIENTO. En la segunda mitad del siglo XX fue cuando comenzó a producirse la nueva oleada de cambios, caracterizada por la descentralización, desmasificación y personalización, tanto en la economía como en la propia sociedad. Toffler ubicó a finales de los años ’50 el inicio de esta nueva ola, cuando en EEUU los trabajadores del sector servicios superaron en número a los del sector industrial. Estamos dejando de concebir a las organizaciones como máquinas para pensarlas como organismos vivos.
Como herramienta para pensar, esta metáfora de las olas no hay que concebirla de modo tajante, es decir pensar que una ola va detrás de la otra. Por el contrario, los tiempos actuales son ese tiempo intermedio en que de una ola sólo queda espuma en la orilla y de la otra vemos como toma forma y se erige sin posibilidad de ser detenida.
En materia tanto organizacional como individual, estamos pasando de la era de la obediencia a la era de la inteligencia, de la era donde unos pensaban y otros ejecutaban, de la época de los cargos y posiciones, a la era del talento, la función y la agregación de valor.
Y vos, ¿estás en condiciones de comenzar a surfear este tiempo que nos toca vivir, esta ola de cambios que demanda equilibrio psíquico, íntimamente ligado a la introspección y la reflexión, en síntesis, a pensar, actuar y aprender de forma permanente?
Excelente mi amigo!
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Gracias Maru
beso
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