Más personal(mente)

Enero de 2016 fue la fecha en que abrí esta página. Anteriormente había tenido otra en blogspot en la que no logré pasar de la reproducción de contenidos a la producción propia. En esto último estoy con mayor ímpetu desde abril del corriente, cuando me dije que era tiempo de dejar de procastinar (como esos perros que se persiguen la cola) y comenzar a escribir y producir algo, por ahora texto, acerca de los temas que me interesan y me gustan: psicología, organizaciones, sociedad, conocimiento, historia, liderazgo y algún tema más relacionado con la literatura, el cine y las series de televisión.

Así las cosas, cuando termino con cada post trato casi que inmediatamente de ponerme a pensar en cuál será el próximo. Tengo una base de datos, con imágenes, a veces una idea aún sin desarrollar, a veces una película y otras, aunque pocas veces, alguna canción. Esta base de datos, como si fuera la parte escondida de un iceberg, trato de alimentarla constantemente, escribiendo en una libreta cuando algo se me ocurre o guardando en el celular ideas que me parecen que tienen potencial para hacer algo sobre ella. El espíritu con que llevo adelante este blog es la reflexión, la introspección y la lectura entre líneas de asuntos cotidianos. Quizás podría decir que es un lugar donde poner en palabras lo que pienso, siento, observo y en el mejor de los casos provocar algo en aquellos que lo leen.

El asunto con este post, que ahora estoy escribiendo y vos estás leyendo, es que se aproximaba la fecha de publicar algo (hoy) y aún no había logrado bajar a tierra ninguna idea o tema. En carpeta tengo un post sobre las relaciones amorosas en la actualidad, con el título Que vuelvan las lentas. Irá sobre cómo la sexualidad pareciera haberse alejado del erotismo para aproximarse más al desempeño físico y el viagra (¿a lo pornográfico?). La sexualidad parece alejada del afecto, de la fantasía, de ese espacio intermedio o de transición que implicaba, por ejemplo, bailar temas lentos.

En las gateras también hay otros posts. Uno sobre asuntos psicológicos, como qué significa neurosis, psicosis y perversión; o sobre las etiquetas que se le vienen poniendo a diversos «ruidos» actuales, como por ejemplo el trastorno por déficit de atención e hiperactividad en los niños. Asimismo, pendiente de abordar también tengo algunas películas, como Forrest Gump, Angry Birds, La vida de los otros, El secreto de sus ojos y Matchpoint, entre otros.

Cuando comienzo un post, con alguna idea en mente, me pregunto primero que nada qué es lo que quiero contar, cuál es la idea fuerza que quiero transmitir. Además, junto a ello, me interrogo sobre lo que quiero lograr con lo que escribo. ¿Quiero informar, hacer pensar, convencer, entretener, motivar y/o emocionar? A veces puede que logre una cosa sola, otras más de una y tal vez, a veces, ninguna. Porque creo yo que el que escribe o comparte algo de lo que piensa quiere producir algo en aquel que lee.

Hoy es un día atípico desde que vengo posteando, en el sentido que he escrito estas líneas para que el trompo/peonza siga girando, para que se detenga cuando elija yo, que estimo sucederá durante todo enero próximo. Creo que el objetivo está cumplido. Hoy domingo tocaba escribir y lo he logrado.

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