El Covid-19 sigue siendo la noticia del día en prácticamente todo el mundo. Mientras que la desescalada ya está en marcha en muchos países europeos, en otras partes del mundo el confinamiento y la cuarentena aún continúan dejando los cuerpos unos lejos de otros. El coronavirus sigue imponiendo su ley allí donde se hace presente y en este contexto la salud mental ha cobrado una relevancia que no tenía en la era pre Covid-19, aunque no tanto como el número de respiradores, camas de cuidados intensivos y números de tests que se llevan a cabo diariamente.
En el siglo XVIII, la diseñadora francesa Rose Bertín se hizo famosa por su relación con la reina María Antonieta, a la que llegó a visitar hasta dos veces por semana con las novedades que había preparado únicamente para ella en su taller. Junto al inglés Charles Frederick Worth (pionero en abrir una casa de modas en París) diseñaban sus creaciones en exclusiva y las elaboraban de manera artesanal para un público selecto. Son considerados los padres de la alta costura, los creadores de diseños a medida para una clientela adinerada. Aproximadamente durante siglo y medio los modistos reprodujeron ese modelo elitista de trabajo, que tuvo en el francés Christian Dior (1905-1957) su máximo representante.
La moda hasta mediados del Siglo XX era sinónimo de Haute Couture (alta costura en francés), un lujo al alcance de unos pocos. Sin embargo, los efectos de la IIGM sumieron a los modistos en sus horas más bajas debido a que cada vez menos clientes podían permitirse la compra de un diseño a medida.
De Italia para el mundo
El cambio llegó de la mano del diseñador italiano Pierre Cardin (nacido en 1922), quien revolucionó el sistema, democratizando la moda y poniéndola al alcance de todos gracias al prêt-à-porter.
Cardin tenía una visión futurista no solo para sus diseños sino también para su modelo de negocio, que supuso una importante transformación social.
Cardin fue pionero en proponer un sistema mediante el cual los diseños se podían producir en serie y ser expuestos en tiendas y en distintos talles. Expresión francesa que significa textualmente listo para llevar, Prêt-à-porter se refiere a las prendas de moda producidas en serie con patrones que se repiten en función de la demanda; es la moda que vemos y vestimos en la calle a diario.
Prêt-à-porter, ready to wear o listo para llevar son tres maneras de aludir al mismo concepto: moda no exclusiva, fabricada en serie y disponible en tiendas en distintos talles.
Así como muchos otros síntomas, la ansiedad ha sido y es presa fácil para la atención prêt-à-porter en salud mental, aquella que basa su proceder en clasificaciones, diagnósticos y soluciones prefabricadas. Si solo sacamos una foto del estado actual de una persona, una que solo describe el momento presente, nos perdemos la historia o la película de esa persona, aquella que nos permitiría comprender, por ejemplo, por qué y para qué alguien está ansioso.
En las últimas décadas nuestras vidas han ido ganando en aceleración y ansias por alcanzar las definiciones de éxito que nos presentan las pantallas. Los efectos de no poder estar a la altura de esos ideales nos ha llevado a considerar enfermos (patológicos) comportamientos y emociones que antaño considerábamos normales. Actualmente pareciera que todo aquello que no encaja con el estrecho corral de la normalidad es susceptible de ser primero diagnosticado y luego medicado. Si sos tímido tenes una fobia social, si estás muy eufórico tal vez te encasillen como portador de un trastorno por impulsividad y si tenes hijos inquietos y revoltosos, que se aburren y a veces molestan en clase, quizás terminen diagnosticados (y luego medicados) con déficit atencional.
Si hablamos de ansiedad ésta es un enigma a descifrar y tomando pastillas sólo se «patea la pelota pa’ delante». «Agarrar el toro por las guampas» implica dejar de seguir los tips y pautas de turno y comenzar a preguntarse «por qué me pasa esto en este momento».
La ansiedad revela a la persona lo que no está andando bien en su vida y por ello es una oportunidad para ahondar en la fuente de sus malestares y padecimientos. No hay soluciones universales, sino persona a persona. Tomando pastillas nunca curará la ansiedad. Las pastillas dejan a quien las toma en un lugar de pasividad y, sobre todas las cosas, a no hacerse las preguntas necesarias para comenzar a curarse. Para no tener ansiedad hay que estar dispuesto a renunciar, teniendo bien claro que perder no es igual a ser un perdedor, sino alguien que no se obsesiona con el triunfo y que acepta que hay cosas que simplemente no pueden ser.
En asuntos de la psiquis, las soluciones en serie o listas para llevar (prêt-à-porter) son pan para hoy y hambre para mañana. La ansiedad debe ser abordada persona a persona, porque la función que cumple es diferente según cada sujeto.
¿Cuál es el apuro?
La ansiedad, así como otros síntomas, comienzan a desaparecer cuando tomamos perspectiva sobre nuestros estilos de vida, sobre cómo estamos viviendo. Algo así como si nos eleváramos sobre nosotros mismos y nos pudiéramos observar desde lejos, yendo y viniendo y corriendo detrás qué cosas.
Los síntomas desaparecen cuando una persona se embarca en un proceso terapéutico, en el cual comienza, sin prisa y sin pausa, a contestarse nuevas preguntas, a través de las cuales podrá responderse qué función cumple tal o cual síntoma en las coordenadas de tiempo y espacio en el que se encuentra.
El apuro no es amigo de los procesos, que requieren reflexión e introspección. Es peligroso tratar de curar a toda costa eliminando uno o varios síntomas, desconociendo que los mismos están cumpliendo una función. Algo así como sacarle una muleta a alguien que la necesita para sostenerse en la vida. Un terapeuta acompaña a quien consulta en el camino que lo lleva a sentirse preparado para soltar esa muleta y comenzar a caminar sin ella.
Es imposible definir el término prêt-à-porter si no es en oposición al de alta costura. Algo similar ocurre con otra moda, la de los psicofármacos, que mas allá de sus muchos beneficios no favorecen la autonomía que se deriva de hacerse nuevas preguntas. La alta costura es sinónimo de diseños exclusivos, hechos casi por completo a mano y utilizando materiales de lujo. Si a algo se parece un proceso psicoterapéutico es a un diseño de alta costura, a una suerte de obra de arte, en la que cada modelo puede ser creado para una sola persona en el mundo.
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