En diversas ciudades niponas hay centros de rehabilitación para tratar el fenómeno: varones, generalmente entre los 15 y los 30 años, que se encierran durante meses, años e incluso décadas, en sus cuartos, solos, sin hablar, salir y abocados a los videojuegos así como a leer cómics y libros. En japonés se les llaman hikikomori, vocablo que puede traducirse por «recluirse uno mismo». Se estima que hay más de un millón de kikikomori en un país cuya población ronda los 125.