A veces, el cuerpo habla cuando las palabras no alcanzan. Dolores persistentes, fatiga, molestias digestivas o tensiones musculares pueden aparecer sin una causa médica clara. Estos síntomas, lejos de ser imaginarios, son reales y expresan un malestar emocional que busca ser escuchado.
Los trastornos psicosomáticos son manifestaciones físicas de conflictos internos no resueltos. El cuerpo se convierte en el escenario donde se representan tensiones, angustias o emociones reprimidas. No se trata de una enfermedad inventada, sino de una señal de que algo necesita atención y cuidado.
La psicoterapia ofrece un espacio para explorar el origen de estos síntomas, comprender su significado y trabajar en la integración de las emociones. A través de este proceso, es posible aliviar el sufrimiento físico y recuperar el bienestar integral.