Un taller para cultivar equipos sanos, resilientes y con propósito compartido
Liderar no es controlar ni empujar. Es acompañar procesos, generar condiciones y confiar en los ritmos del crecimiento. Como un jardinero, el liderazgo consciente observa, cuida, poda lo que estorba y cultiva lo que da vida. Este taller invita a repensar el liderazgo desde la presencia, el cuidado y la creación de contextos fértiles para que los equipos florezcan.
¿Para quién es?
Para personas que ejercen roles de liderazgo formal o informal y quieren:
- liderar desde el ejemplo y el propósito,
- desarrollar una mirada más humana y sistémica del trabajo en equipo,
- cultivar una práctica de liderazgo menos centrada en el control y más en el desarrollo de las personas,
- crear entornos donde las personas puedan crecer, colaborar y desplegarse.
Ideal para líderes de equipos, coordinadores, mandos medios o referentes naturales.
Propósito
Revisar creencias y prácticas que sostienen (o limitan) nuestro estilo de liderazgo.
- Pasar del liderazgo como exigencia a una práctica centrada en el vínculo, el contexto y el propósito.
- Reconocer que liderar también implica detenerse, escuchar y hacer lugar.
- Activar una forma de liderar más paciente, profunda y sostenible.
Cómo lo hacemos
A través de dinámicas que invitan a observar el propio estilo de liderazgo, conversaciones guiadas, metáforas potentes y herramientas para el día a día. Integramos momentos individuales y grupales para reflexionar, compartir y proyectar. El enfoque es experiencial, sistémico y basado en la idea de que liderar es facilitar vida.
Formatos posibles
Versión breve: 2 horas (para inspirar una nueva mirada sobre el liderazgo).
Media jornada: 4 horas (para revisar prácticas, compartir desafíos y activar recursos).
Jornada completa: 8 horas (proceso profundo de revisión, visión y proyección de liderazgo).
Crédito de la imagen: Imagen de congerdesign en Pixabay