Entre el aire y el mar: la brújula interior

De mi padre aprendí el vuelo, de mi abuelo el ritmo, y de un amigo el mar. Tres lenguajes distintos que hoy me enseñan a trabajar y a vivir:
el foco, la escucha y el equilibrio. Ya no busco ganar altura ni velocidad.
Busco coherencia entre el impulso y la calma.